"Esta es la historia de Virata, glorificado por su pueblo con los Cuatro Nombres de la Virtud; pero de quien nada se ha escrito en las crónicas ni en los libros de los sabios, y cuya memoria los hombres olvidaron".
Así comienza Stefan Sweig, uno de los más grandes escritores que conozco, su libro "Los ojos del hermano eterno".
En este cuento del notabilísimo escritor el cual dedicó a su amigo Guillermo Schmidtbonn, encontramos la frescura que siempre mostró en la gran mayoría de sus cuentos y novelas.
Sin duda este relato es recomendable a todo aquel estudioso del derecho y de la filosofía, incluso, nos atrevemos a señalar, que proporcionará al lector, además del evidente placer que toda buena lectura brinda, un caudal de conocimientos y, sobre todo, un notable desarrollo del sentido común.
La evolución del personaje central de la narración, Virata, en su largo peregrinar para adquirir el estado de tranquilidad y de quietud espiritual, es expuesta con todo detalle por Zweig, y así, de temible guerrero devendrá en sapientísimo juez para, posteriormente, convertirse en justo cenobita y, finalmente, terminar como el encargado de la vigilancia y cuidado de los perros de palacio.
En cada etapa de ese lento proceso, Virata irá transformándose, a la vez que adquiriendo y transmitiendo un cúmulo de experiencias espirituales.
Stefan Zweig Viena, Austria 28 de Noviembre de 1881 - Petrópolis, Brasil, 22 de febrero de 1942. Crítico y escritor Austriaco. Cosmopolita y psicólogo ingenioso destaco por sus obras biográficas y relatos históricos.
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